lunes, 29 de enero de 2018

El S.O.S. de las náyades

En esta ocasión queremos hablaros de unos invertebrados que, en muchas ocasiones, comparten hábitat con el galápago europeo. Suelen pasar desapercibidos, a pesar de ser uno de los grupos animales con mayor tasa de extinción a nivel mundial: las náyades.

Se trata de grandes moluscos bivalvos de agua dulce pertenecientes al Orden Unionoida. Estos invertebrados tienen un alto poder bioindicador, de hecho su nombre hace referencia a las hadas o ninfas de la mitología griega encargadas de mantener la pureza de las aguas dulces. Estos organismos actúan como depuradoras naturales que filtran las masas de agua, contribuyendo al buen funcionamiento de los ecosistemas acuáticos. Pero las náyades se encuentran expuestas a numerosos factores de amenaza, tales como la contaminación y modificación de los cursos de agua, el uso de plaguicidas y fertilizantes, las especies exóticas invasoras, la desaparición de los peces hospedadores y el cambio climático. 

En la Península Ibérica contamos con la presencia de diez especies de náyades distintas y todas presentan un estado de conservación preocupante, catastrófico en el caso del género Margaritifera.

Margaritifera spp.
M. auricularia
En España este género está representado por M. margaritifera (madreperla de río o mejillón de rio) y M. auricularia (margaritona), catalogadas como En Peligro y En Peligro Crítico, respectivamente, según la Lista Roja de la UICN. M. margaritifera mantiene algunas poblaciones en ríos de Asturias, Galicia y Castilla y León, mientras que M. auricularia sólo está presente en el Ebro y canales adyacentes.

Estos animales presentan un ciclo de vida de lo más singular ya que, al igual que el resto de náyades, necesitan la presencia de un pez hospedador para completar su ciclo vital. La fase larvaria, denominada gloquidio, se instala en las branquias de determinados peces donde completa su metamorfosis, convirtiéndose en un individuo juvenil que pasará a enterrarse en el fondo del río. Recientemente un equipo de científicos españoles (Araujo, R. et al. 2017) ha confirmado que existe una segunda metamorfosis en la fase juvenil de M. margaritifera y gran parte de la mortalidad que presentan los juveniles podría deberse a que algunos no son capaces de llevar a cabo esta segunda metamorfosis. Esta especie es tremendamente longeva, con ejemplares de más de 150 años en el norte de Europa.
Fase larvaria del ciclo vital (LIFE Margal Ulla)
Para revertir el proceso de extinción en el que se encuentran inmersas las náyades, en los últimos años se han puesto en marcha diferentes acciones de conservación, entre ellas la cría en cautividad. También algunos Proyectos LIFE se han centrado en la conservación de estos moluscos, en ocasiones junto a labores de conservación de otras especies como el galápago europeo. Pero resulta imprescindible continuar trabajando por estas joyas nacaradas del medio acuático, cuyo futuro es tristemente incierto.

Bibliografía consultada:
Revista Quercus: Cuadernos 348, 357, 360, 383.
LIFE Margal Ulla
Araujo, R. et al. 2009. “Las náyades de la Península Ibérica". Iberus, 27 (2): 7-72.

Jesús Abad Soria y Javier Balset Izquierdo. 2015. “Náyades: depuradoras de nuestras aguas”. El Ecologista, 86.

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